lunes, 26 de agosto de 2013

Es curioso que nos identifiquemos con personajes de libros o películas, podemos crecer con ellos o incluso cambiar. Esa sensación me invade siempre que veo ''Largo Domingo de Noviazgo''... De naturaleza optimista, así somos Mathilde y yo...

''Y Mathilde permaneció erguida apoyada en el respaldo de la silla, con las manos apoyadas sobre su regazo y le miró bajo la armonía que les envolvía, bajo la luz del jardín Mathilde miró y miró y miró...''



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